Tipos de Incapacidad: Información sobre la Incapacidad Laboral
La incapacidad laboral es una prestación que se otorga a aquellas personas que, por motivos de salud, no pueden realizar su trabajo habitual. En Diké Abogados queremos explicaros de qué se trata. Consiste en una ayuda económica que, en algunos casos, puede ser vital para el sustento de una familia o individuo.
En España, existen dos tipos principales de incapacidad laboral: la incapacidad temporal y la permanente. Estos, a su vez, se dividen en otras subclases. Cada uno de ellos tiene características diferentes y se solicita de manera distinta.
En este artículo vamos a hablar sobre los distintos tipos de incapacidad laboral que se pueden conseguir en España. Se trata de un tema muy importante, ya que estamos ante un derecho que tiene cada persona para poder seguir teniendo una vida digna después de sufrir un accidente o una enfermedad.
Además, explicaremos quiénes son los requisitos necesarios para poder pedir cualquiera de los tipos de incapacidad laboral que existen. ¡No te lo pierdas!
¿Qué es la incapacidad laboral?
La incapacidad laboral es una ayuda económica que puede entregarse a cualquier individuo que no puede desempeñarse en un empleo debido a problemas de salud. Se trata de un derecho reconocido por el Estado Español en la Ley General de la Seguridad Social.
Este derecho está recogido para todos los ciudadanos españoles que cuenten con un contrato de trabajo y estén cotizando a la Seguridad Social. No obstante, existen algunas excepciones en las que una persona no podrá acceder a este derecho.
Por ejemplo, los extranjeros que no tengan permiso de residencia en España o que no estén dados de alta en la Seguridad Social.
En cualquier caso, los requisitos concretos para poder solicitar la incapacidad laboral dependerán del tipo de prestación a la que nos queramos acoger. A continuación veremos cuáles son las dos alternativas más comunes en nuestro país.
Tipos de incapacidad laboral
Como hemos mencionado, en España la incapacidad laboral puede dividirse principalmente en dos grupos: incapacidad temporal, e incapacidad permanente. A continuación veremos cuándo es apropiado solicitar cada una de ellas, y qué subtipos existen.
1- Incapacidad laboral temporal
La incapacidad laboral temporal es aquella que se otorga a un trabajador cuando éste se encuentra enfermo o accidentado y no puede realizar su trabajo habitual. La duración de esta incapacidad depende de la enfermedad o el accidente que haya sufrido el trabajador, y puede ir desde unos pocos días hasta varios años.
En términos comunes, es lo que se conoce como «baja laboral», y se trata de una condición no permanente que terminará una vez que la persona se haya recuperado lo suficiente como para poder volver a su puesto de trabajo.
Así, en general la incapacidad laboral temporal se otorga por un periodo de tiempo determinado, después del cual el trabajador volverá a estar en condiciones de reincorporarse a su puesto de trabajo. No obstante, existen algunas excepciones en las que el trabajador no podrá volver a su empleo después de finalizar la baja laboral, por lo que esta opción no sería la más interesante en su caso.
Por ejemplo, si el trabajador tiene un accidente en el trabajo que le incapacita para volver a realizar su labor, no tendría sentido que solicitase la incapacidad laboral temporal, sino que tendría que tramitar la incapacidad permanente.
Otro ejemplo es el de los trabajadores con enfermedades crónicas o degenerativas, que pueden acogerse a la incapacidad temporal mientras su estado de salud lo permita, pero una vez que se agrave su condición podrán solicitar la permanente.
Requisitos para solicitar la incapacidad laboral temporal
En cualquier caso, para poder acceder a la incapacidad laboral temporal es necesario cumplir unos requisitos específicos:
– Estar dado de alta en la Seguridad Social.
– Contar con un contrato de trabajo vigente o estar dado de alta como trabajador autónomo.
– No estar cobrando otra prestación por incapacidad (por ejemplo, la permanente).
– No haber superado la edad de jubilación.
En cuanto al proceso para solicitar la incapacidad temporal, éste debe realizarse a través del médico de cabecera. Una vez que se ha recibido el informe médico, se tramitará la incapacidad laboral por el INSS, que es el organismo competente en estos casos.
2- Incapacidad laboral permanente
La incapacidad laboral permanente es aquella que se otorga a un trabajador cuando este sufre una enfermedad o accidente que le incapacita para realizar su trabajo en el futuro.
En este caso, la incapacidad no tiene un periodo de duración determinado, sino que es una prestación vitalicia que se otorgará hasta el final de la vida del trabajador o hasta su jubilación. Así, podemos decir que la incapacidad laboral permanente es una pensión por invalidez a la que pueden acceder aquellas personas cuya salud les imposibilite desempeñarse de forma normal en su oficio.
Dentro de este tipo, encontramos tres clases de incapacidad laboral permanente: la parcial, la total, y la absoluta. A continuación veremos en qué consiste cada una de ellas.
Incapacidad permanente parcial
La incapacidad permanente parcial es aquella que se otorga a un trabajador cuando éste sufre una enfermedad o accidente. Esto le incapacita para realizar su trabajo al 100% de su rendimiento, pero que le permite seguir desempeñándose de forma parcial.
En este caso, la persona podrá acceder a un subsidio por incapacidad permanente parcial, que se abonará en un solo pago por un importe equivalente a 24 meses de la base reguladora que sirvió para calcular el subsidio de incapacidad temporal.
Este tipo de incapacidad permanente es 100% compatible con el desempeño de un oficio. Se otorga en aquellos casos en los que la persona ha sufrido una disminución de al menos el 33% de su rendimiento habitual. Esto se puede ser debido a un accidente o enfermedad.
Incapacidad permanente total
La incapacidad permanente total es aquella que se otorga a un trabajador cuando éste sufre una enfermedad o accidente. Esto le incapacita para realizar su trabajo habitual, pero que le permite realizar cualquier otra actividad laboral distinta.
En este caso, la persona podrá acceder a un subsidio mensual equivalente al 55% de la base reguladora, que puede seguirse percibiendo incluso en el caso de que encuentre otro empleo con una categoría laboral distinta al que le ocupaba anteriormente.
Este tipo de ayuda, por otra parte, viene asociada a una serie de beneficios sociales y económicos más allá de la simple prestación económica.
Incapacidad laboral permanente absoluta
Por último, la incapacidad permanente absoluta es aquella que se proporciona a una persona trabajador cuando esta no puede desempeñar ningún tipo de actividad laboral, debido a una enfermedad o un accidente.
En este caso, la persona podrá acceder a un subsidio mensual equivalente al 100% de la base reguladora, ya que se asume que el individuo no tiene la capacidad de encontrar un empleo tradicional. Eso sí, una persona que esté percibiendo esta ayuda sí que puede desempeñar alguna actividad económica en paralelo, siempre que esta no sea incompatible con su situación de incapacidad.
¿Dudas? Ponte en contacto con nosotros
Como se puede ver, existen diferentes tipos de incapacidad laboral, cada una de ellas con sus propias características y beneficios. Según el caso concreto, la persona podrá acceder a una u otra prestación.
No obstante, en todos los casos será importante que la persona cuente con un buen asesoramiento legal para saber exactamente cómo funciona cada tipo de prestación.
Desde nuestro despacho ayudamos a nuestros clientes a resolver todas sus dudas sobre incapacidad laboral. Ponte en contacto con nosotros y uno de nuestros abogados especialistas te asesorará sin compromiso. ¡Estaremos encantados de poder ayudarte!